Indicadores otoñales para saber si el proyecto va viento en popa

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Nuestro día a día está lleno de indicadores. Que si me levanto y hace sol, va a hacer calor, si está nublado va a llover, si el niño tose, quizás le dé fiebre. Tantas y tantas cosas que no nos llaman la atención y que sin embargo nos proporcionan pistas de lo que va a pasar en un futuro cercano.

Sin embargo cuando se trata de incluir INDICADORES en un proyecto de desarrollo, nos parece una tarea difícil donde las haya. Mucho más, si son indicadores de seguimiento, de actividad, o lo que he llamado en este post, indicadores Otoñales porque no si sabéis que esta estación, dicen los etimólogos, está vinculada con la plenitud del año, y a mí me parecen unos meses preciosos  de transición que invitan a la reflexión antes  del invierno, cuando ya estoy cerrando proyecto.

 

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Otoño, plenitud del año y momento de reflexión

Y es que, claro está, para saber si estoy trabajando bien y voy a alcanzar el objetivo que fijamos con tanta ilusión, si o si, necesito alguna señal de que no me estoy desviando. No hay otra.

En esto, las empresas nos llevan la delantera. Diría incluso, que andan algo obsesionadas por medir mejoras o retrocesos. Las entidades sociales, sin embargo, creo que no tenemos del todo interiorizado que el éxito y la sostenibilidad en el tiempo de nuestra intervención, es como ya he dicho en otras ocasiones, hacerlo con calidad, y la calidad se mide, y en proyectos se mide con indicadores.

Si lo entendemos bien y cumplimos unos poquitos criterios a la hora de definirlos, puede que hasta nos resulte una tarea bonita. El momento perfecto para tenerlos en cuenta es cuando estamos definiendo los objetivos, al inicio, pero si no lo hemos hecho, que no cunda el pánico, rectificar es de sabios, estamos a tiempo de incluirlos.

Sabéis muy bien que las pistas tienen que  aportar datos objetivos, rigurosos y realistas…Pero, además, la experiencia nos dice, que tienen que ser fáciles de conseguir, porque si nos complicamos mucho, las buenas intenciones se quedarán por el camino y nos quedaremos sin saber si las actividades y tareas están siendo las previstas y además están siendo eficientes.

Resulta más sencillo, si pensamos en las mil situaciones que ya todos hemos vivido.Organización de talleres en el que no hacemos encuestas de satisfacción o las hacemos y no las analizamos. Proyectos de sensibilización en los que no se plantean acciones medibles más allá de los carteles repartidos, falta de recursos que ralentizan las actividades previstas… En fin, un montón de olvidos que   nos ocurren porque estamos más preocupados de que el proyecto encuentre financiación , que del desarrollo y evaluación continua del mismo, y pensamos… ¡Eso ya llegará!  Y todo llega, claro que sí, hasta los madresmías.

No se trata entonces, de buscar ratios complicados,  los registros escritos (de personas que asisten, de materiales utilizados), encuestas (de adquisición de conocimientos, de satisfacción), grabaciones (de la reacción o mejoras de los beneficiarios), listas de control  e incluso simples anotaciones,  nos pueden servir.

¿Y si  analizamos  esas pistas, y  nos indican  que algo va mal?

Satisfacción del trabajo bien hecho

 

Pues, ¡Perfecto! Estamos a tiempo de  corregir, reorientar…Y seguro que  alcanzaremos  el objetivo final, tan y tan contentos de haber controlado la situación.

 

 

Si   quieres aprender un poco más de todo lo que te cuento,  os animo a participar en alguno de los cursos que suele organiza la Coordinadora de ONG España  para la gestión eficaz de proyectos en los que se aprende mucho, y por supuesto ya sabéis porque os lo he contado en anteriores post, en la web  Instituto para la calidad de las ONG (ICONG) podéis consultar de forma gratuita, en el apartado “herramientas”,  los documentos de aplicación de la Norma ONG de calidad, en la que la evaluación con indicadores, tiene por supuesto, su hueco.

Así que no voy a alargarme más, para profundizar en el tema están los recursos de los que os he hablado que son muy completos y prácticos.

Si  después de consultarlos, aún crees que el proyecto en el que andas necesita un café otoñal para repasar indicadores de seguimiento, escríbeme y charlamos sobre ello. Verás cómo lo transformamos en una tarea sencilla.

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