Estos últimos días de gota fría, desolación y tristeza, hay quien sabe escuchar música. Probablemente porque vio la tormenta, nunca mejor dicho, en segunda persona, y así es más fácil. Pero también porque una vez pasados los primeros bloqueos, la solidaridad está llenando los pueblos afectados de todo el levante español.
Deberíamos aprovechar ese impulso para llenarnos los bolsillos de positivismo y esperanza. Cuando se trata de ayudar al vecino, a ese que sabemos lo que le ha pasado, no hay pereza ni egoísmo.
Sería bonito, que las asociaciones y ONG que, acertadamente están pidiendo recursos, utilizaran esta corriente altruista de ciudadanos que habitualmente miran para el lado, para afianzar solidaridad, para enseñar a ayudar no sólo en las catástrofes, sino en los dramas silenciosos diarios que sólo desde las asociaciones conocemos.
Se me ocurre que podrían publicar en qué se ha materializado toda esta ayuda. Me encantaría levantarme una mañana y leer en algún periódico o que abrieran un informativo, con un titular que dijese que no sé cuántos colegios han restablecido la normalidad gracias a la solidaridad y donaciones de no sé cuantos vecinos.

No estamos hablando de otra cosa que comunicación. Y es que cada vez creo más en la comunicación positiva, aquella que habla de logros en términos agradables, que consigue impactos positivos, porque lo que suena a música en nuestros oídos queremos escucharlo una y otra vez y en cambio el ruido de noticias tristes, lo apartamos casi de forma inmediata.
Sé poquito de comunicación, pero me encanta observar como hay profesionales, expertos que consiguen transmitir en pocas palabras las miles de esfuerzos y entusiasmos que llevamos otros en la cabeza.Hablo por ejemplo, de Diagram consultores.
A estos profesionales del Tercer Sector, llevo ya un tiempo siguiéndolos, y si en este momento estuviera al frente del equipo directivo de una ONG recurriría a ellos sin dudarlo.
Aportan es sus post, conocimiento del útil y entienden a la perfección que importante es el trabajo bien hecho en pro de los colectivos más vulnerables, pero básico también es, comunicarlo a voluntarios, asalariados, financiadores y a la sociedad que no participa pero que sin duda, debemos sensibilizar.
A estas alturas de mis andanzas, estoy convencida que la transformación social que todas las entidades perseguimos, debe contener comunicación efectiva.
Mensajes que calen, que es igual que decir, sensibilización que llega para quedarse.
Si después de leer el post aun no te atreves a dar el salto y quieres que primero charlemos un rato sobre impacto positivo o que te ayude a poner las ideas de tu asociación en orden, haz como otras veces. Escríbeme y le echamos un rato.